Negocio físico o Negocio Digital?

Por qué Elegí una Tienda Online en Lugar de un Negocio Físico

Cuando piensas en iniciar un negocio, es natural voltear a ver los negocios físicos que ves a diario: cafeterías, tiendas de ropa, restaurantes, entre otros. Parece que están funcionando bien, ¿verdad? Sin embargo, lo que no ves es la cantidad de negocios que han cerrado sus puertas porque no pudieron sostenerse. La realidad es que los negocios que ves son los que han sobrevivido, y entre ellos, solo una pequeña parte es verdaderamente rentable. La mayoría apenas logra cubrir los costos, otros generan ganancias muy limitadas en relación con el esfuerzo y tiempo invertido, y algunos incluso operan con pérdidas. Sin embargo, sus dueños los mantienen abiertos porque tienen compromisos como contratos de arrendamiento o simplemente porque confían en que, eventualmente, lograrán hacerlos despegar.

El Alto Riesgo de un Negocio Físico

Comenzar un negocio físico es un riesgo considerable, especialmente si no tienes conocimientos en marketing, ventas y administración. El riesgo es alto porque los costos iniciales son significativos: alquiler del local, inventario, decoración, empleados, entre otros. A esto se suma la incertidumbre de si tu negocio tendrá la demanda suficiente para sostenerse y crecer. Es un riesgo que, personalmente, no estoy dispuesto a correr nuevamente.

Un Negocio Online como Alternativa

En contraste, un negocio online, comenzando con dropshipping, es una excelente manera de introducirse en el mundo del comercio sin asumir grandes riesgos. El dropshipping te permite aprender sobre marketing y ventas, así como a administrar un negocio, sin la carga de los gastos fijos que vienen con un negocio físico. En este modelo, solo inviertes en publicidad, ya que no necesitas comprar inventario por adelantado. Solo pagas por el producto una vez que ya has recibido el dinero de la venta, lo que minimiza el riesgo financiero.

Mi Experiencia: De una Tienda Física a un Negocio Online

Habla la voz de la experiencia. En su momento, tuve una tienda física de ropa que era rentable. Logré mantenerla a flote, pero la rentabilidad estaba siempre al límite, y requería un esfuerzo constante para asegurar que los números se mantuvieran en verde. Sin embargo, cuando me aventuré en el comercio electrónico, mi perspectiva cambió drásticamente. Mi tienda online ha sido mucho más rentable, y lo digo con convicción. La diferencia es abismal. La flexibilidad, el alcance, y la eficiencia que ofrece el comercio electrónico simplemente no tienen comparación con un negocio físico.

Datos sobre el Comercio Electrónico en Latinoamérica

Latinoamérica ha experimentado un auge significativo en el comercio electrónico en los últimos años. Según Statista, las ventas de comercio electrónico en la región alcanzaron los 85 mil millones de dólares en 2022 y se espera que continúen creciendo a una tasa compuesta anual del 19.8% hasta 2025. Brasil, México y Argentina lideran este crecimiento, pero otros mercados están emergiendo rápidamente.

Este crecimiento no es solo una tendencia; es una oportunidad que ha permitido a muchas personas generar ingresos significativos desde la comodidad de sus hogares. Además, las barreras de entrada son mucho más bajas que en un negocio físico, y el alcance potencial es global, no limitado a una ubicación geográfica específica.

La Tasa de Fracaso de las Tiendas Físicas

Por otro lado, las estadísticas sobre la tasa de fracaso de los negocios físicos no son tan alentadoras. En promedio, alrededor del 20% de las pequeñas empresas cierran en su primer año, y para el quinto año, esa cifra aumenta a casi el 50%. Los altos costos fijos, la competencia local, y la dependencia del tráfico peatonal son solo algunos de los desafíos que enfrentan. En comparación, los negocios en línea tienen la flexibilidad de adaptarse más rápidamente a los cambios del mercado, lo que les da una ventaja significativa para sobrevivir y prosperar.